Vamos a imaginar que en el centro del círculo formado por nosotras hay una gran llama violeta que no quema pero que transmuta, vamos a emitir la espiración hacia ella para que transmute toda y cualquier energía que pueda influir con nuestra esencia…
El Amor divino empieza a cubrir nuestras cabezas, nuestros hombros, nuestros cuerpos, nuestras piernas, estamos completamente inundadas del Amor divino, y ese Amor divino va llegando a donde haga falta, va haciéndose presente en los espacios donde haya malestar, dolor, incomodidad en nuestros músculos, en nuestros huesos, va calmando nuestras mentes, eliminando dolores, malestares, desequilibrios emocionales, mentales, el Amor transmuta y transforma todos los estados imperfectos e imperfecciones y permitimos que ese Amor llene los espacios en desequilibrio y el amor divino de Madre María va aliviando los síntomas que vivenciamos en este momento de la transformación y transmutación de nuestros cuerpos físicos, emocionales y mentales nos vamos a permitir sentir ese amor haciendo los cambios que necesitamos hacer, que Madre María active en nuestro corazón la sabiduría, y que esta sabiduría nos enseñe el amor incondicional y la aceptación pura y verdadera de nuestro plano de amor en la tierra y que el Amor de la Madre nos haga sentir creer y acreditar en este trabajo que estamos haciendo, liberando de nuestras mentes, las dudas, los miedos, todos los sentimientos que sabemos que son obstáculos creados por nuestra mente humana. La madre organiza nuestra fe, nuestra voluntad, de ayudar a nosotras mismas y a toda la humanidad a través de los cambios que están naciendo en nuestra conciencia.
La luz blanca y brillante a medida que va envolviendo nuestro cuerpo, va limpiando como un río cristalino y puro y va en dirección a nuestros pies, envolviendo también la Tierra, transmutando y limpiando, tranquilizando a nuestra Madre Gaia.
La luz de la Madre María, pasando a través de nuestros cuerpos, sigue en dirección al centro de la Tierra y se va expandiendo el Amor de la Madre y nuestro amor de hijos e hijas de María, hacia el espíritu de Gaia, el amor que mana cariñoso y protector… Vamos tomando conciencia de la relajación que sentimos y que transmitimos hacia nuestro planeta Tierra…
Hacemos unas tres inspiraciones y abrirnos los ojos, tomando consciencia de nuestro aquí y ahora…
Canalizado por Janani Sheila
Hacemos unas tres inspiraciones lentas.
Ahora lentamente le ordenamos a nuestro cerebro que rebaje su frecuencia a cuatro ciclos por segundo, y esto nos permitirá silenciar nuestra mente y calmar los pensamientos, si éstos vienen los dejamos pasar.
Vamos a intentar visualizar, imaginar, que nos conectamos con la energía de nuestra amada Madre María, al hacernos, inmediatamente, esa energía se ancla aquí encima de nuestras cabezas.
Ahora lentamente le ordenamos a nuestro cerebro que rebaje su frecuencia a cuatro ciclos por segundo, y esto nos permitirá silenciar nuestra mente y calmar los pensamientos, si éstos vienen los dejamos pasar.
Vamos a intentar visualizar, imaginar, que nos conectamos con la energía de nuestra amada Madre María, al hacernos, inmediatamente, esa energía se ancla aquí encima de nuestras cabezas.
Vamos a imaginar a nuestra Madre amorosa en el centro de nuestro círculo, vamos a imaginar una Madre que nos mira a nosotras, una madre omnipresente, que se transforma en cinco madres (o en el número de meditantes) que nos mira a cada una de nosotras, con su Amor hacia nosotras, abre su corazón que emite una luz muy blanca y brillante sobre nuestras cabezas, esa luz brillante es el Amor.
El Amor divino empieza a cubrir nuestras cabezas, nuestros hombros, nuestros cuerpos, nuestras piernas, estamos completamente inundadas del Amor divino, y ese Amor divino va llegando a donde haga falta, va haciéndose presente en los espacios donde haya malestar, dolor, incomodidad en nuestros músculos, en nuestros huesos, va calmando nuestras mentes, eliminando dolores, malestares, desequilibrios emocionales, mentales, el Amor transmuta y transforma todos los estados imperfectos e imperfecciones y permitimos que ese Amor llene los espacios en desequilibrio y el amor divino de Madre María va aliviando los síntomas que vivenciamos en este momento de la transformación y transmutación de nuestros cuerpos físicos, emocionales y mentales nos vamos a permitir sentir ese amor haciendo los cambios que necesitamos hacer, que Madre María active en nuestro corazón la sabiduría, y que esta sabiduría nos enseñe el amor incondicional y la aceptación pura y verdadera de nuestro plano de amor en la tierra y que el Amor de la Madre nos haga sentir creer y acreditar en este trabajo que estamos haciendo, liberando de nuestras mentes, las dudas, los miedos, todos los sentimientos que sabemos que son obstáculos creados por nuestra mente humana. La madre organiza nuestra fe, nuestra voluntad, de ayudar a nosotras mismas y a toda la humanidad a través de los cambios que están naciendo en nuestra conciencia.
La luz blanca y brillante a medida que va envolviendo nuestro cuerpo, va limpiando como un río cristalino y puro y va en dirección a nuestros pies, envolviendo también la Tierra, transmutando y limpiando, tranquilizando a nuestra Madre Gaia.
La luz de la Madre María, pasando a través de nuestros cuerpos, sigue en dirección al centro de la Tierra y se va expandiendo el Amor de la Madre y nuestro amor de hijos e hijas de María, hacia el espíritu de Gaia, el amor que mana cariñoso y protector… Vamos tomando conciencia de la relajación que sentimos y que transmitimos hacia nuestro planeta Tierra…
Hacemos unas tres inspiraciones y abrirnos los ojos, tomando consciencia de nuestro aquí y ahora…
Canalizado por Janani Sheila
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